El señor Segundo posee una tienda de telas en la Avenida Aviación, a dos cuadras de lo que es el Emporio Comercial de Gamarra. Cuando colocaba una venta, sea para un vestido, para hacer manteles o telas mismas al por mayor, no daba ningún tipo de comprobante de pago por lo que se quedaba con el impuesto que tenía que darle al Estado. Así vivió por años, hasta que un día… ¡Zaaas! Le cayó la SUNAT encima. Le cerraron algunos días su local y caballero no más, tuvo que pagar una fuerte multa y comenzar a emitir comprobantes.

No entendía el por qué debía entregar parte de chamba al Estado. Una institución que no le retribuía nada a cambio. Unos 10 años atrás, entraron a robar a su tienda. Aparte que le destruyeron maquinaria, le robaron mercadería por más de S/73,000. Con mucho esfuerzo, con préstamos de familiares y amigos (no confiaba en los bancos por lo que no estaba bancarizado) logró reflotar su negocio. El punto es que el estado no le daba seguridad y menos justicia (jamás encontraron a los ladrones). ¿Educación? Aunque fue a un colegio público, no lo terminó por la discriminación que recibía e hijos, no tiene. ¿Y la salud? Aquí acepta que usaba hospitales públicos, solo que, ante las colas o la espera de meses, para ser atendido, terminó en los consultorios privados de los médicos.

Dada la historia que te acabamos de contar, ¿notas el problema que existe? ¿Es el ciudadano el que debe primero pagar sus impuestos o es el Estado el que debe brindar, primero, buenos servicios a sus ciudadanos? Nosotros creemos que es el Estado el que debe primero brindar buenos servicios a sus ciudadanos para que se entienda la importancia que es el pago de tributos. El contrato tácito, en teoría, es que si, obligadamente tengo que entregarte parte de mis ganancias (en impuestos), ello me da el derecho de obtener ciertos servicios de parte del Estado.

Ciertas estadísticas sostienen que el Estado peruano recauda poco. Si vemos la tabla N°1 muestra las diferencias en la presión tributaria de Perú con países de Latinoamérica y países de la OCDE. Respecto a américa latina es una diferencia (aunque en la estadística considera a Argentina, un país que nada en impuestos y su producción cada vez es menor) de casi 7% en el 2019.

Sin embargo, que tengamos una presión tributaria baja no quiere decir que los recursos del estado sean pocos. Miremos la gráfica N°1. Se aprecia que los ingresos del Estado, desde 1990, han venido creciendo. Solo entre el 2010 y 2019 crecieron en 109%. En términos monetarios, los ingresos se incrementaron en S/64,249 millones. En el 2019, el Estado recaudó S/152 mil millones.

Para el 2021, según el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) se espera que los recursos a recaudar sean de S/167 mil millones. Es decir, lo que recauda el Estado no es cualquier cosa o un sencillo. Pero aun con esta cantidad de recursos, existen muchas demandas no satisfechas por servicios públicos de calidad.

¿Qué ha planteado el gobierno para cambiar esta situación? Dado que tienen el objetivo de reducir el déficit fiscal y no aumentar deuda, se han trazado la meta de realizar una reforma tributaria para que de ahí obtener más recursos y satisfacer esas diferentes demandas en educación, salud, saneamiento, infraestructura vial, etc. Para lograrlo, el gobierno solicitará facultades legislativas en materia de impuestos. ¿Qué significa? El único que puede modificar la estructura impositiva en el país es el Congreso, pero mediante facultades que solicita el gobierno (el ejecutivo), el congreso (el legislativo) “cede” su función, por un determinado tiempo.

“Ya ok, pero… ¿en qué consiste la reforma tributaria que planea hacer este grandioso gobierno? ¡Qué miedo!” El gobierno explica que, dado que los precios de los minerales, sobre todo el cobre, están en niveles récords, las mineras están obteniendo sobre ganancias. Por tanto, desea aplicarle más impuestos. Según Rómulo Mucho, exviceministro de minas, el Perú es un país muy competitivo en lo que respecta a los costos de producción del cobre. Veamos la gráfica N°2:

Si se ve como un Estado de Resultados, se tendría que, en general, las minas de cobre obtienen un 72% de ganancia bruta. Dado eso, el gobierno desea priorizar en crear un impuesto más a la minería, que, según palabras del ministro Francke sería “un reajuste de tasas en una combinación de los tipos de impuestos que hay ahora”, según declaraciones a Bloomberg en línea.

Sin embargo, el gobierno debe tener en cuenta que el sector minero, aparte de pagar el Impuesto a la Renta (IR), que está en función a la ganancia que obtienen, también paga otros tributos como el canon, las regalías, el Impuesto Especial a la Minería y el Gravamen Especial a la Minería. Además, según el IPE, la minería, dada la estructura mencionada, realmente llega a pagar un 47% de utilidades en tributos. ¿Un nuevo impuesto o modificación de tasas no restará competitividad a un sector que para la olla en nuestra economía?

El otro sector donde el gobierno concentra parte de la reforma es en plataformas digitales. Es decir, quiere gravar a los aplicativos o plataformas de streaming como Netflix, HBO Max, Amazon Prime, Disney+ y que paguen impuestos. En palabras del ministro el día viernes ante el congreso, dijo: “tenemos que modernizarnos, (…) hoy es la economía digital y nuestra legislación no está preparada para eso”. Por eso su intención a que el comercio digital y servicios digitales tributen. ¿Iremos por el mismo camino que Argentina donde aplican impuestos a todos los servicios desde Spotify, iTunes, Skype, Google, Zoom, plataformas de juegos en línea, webs de citas, servicios de blogs, revistas o diarios, de cálculo de datos, etc.?

Una reforma tributaria tiene que abarcar a todos. Desde los que hoy no tributan porque consideran que el Estado no les da servicios adecuados, o los que tienen la idea de que al ser empleados o trabajadores no tienen por qué tributar y creen que eso es responsabilidad exclusiva de los “ricos” o de las empresas más grandes. Siempre, las “reformas” anteriores se han concentrado en cargarle más impuestos a los mismos de siempre: los formales de sectores importantes en la economía (finanzas, minería, hidrocarburos) que ya pagan.

Por último, sería bueno que en el pedido de facultades legislativas para temas tributarios, el gobierno también las solicite para plantear la eliminación de los egresos tributario en los que el Estado incurre desde hace décadas. ¿A qué le llamamos egresos? A las mil y una exoneraciones que existen en amplios sectores económicos, desde agricultura, hidrocarburos, manufactura y zonas geográfica. El señor Segundo, al igual que otros ciudadanos, merecen recibir buenos servicios públicos y la estrategia del Estado debe ser ligar ese acceso a servicios públicos con el pago de impuestos.

 

«La reforma tributaria debe considerar hacer la base tributaria más grande (Imagen: Andina)»

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