El pedido de facultades para legislar en materia tributaria, ha sorprendido a propios y extraños pues, contrariamente a las declaraciones preliminares de Pedro Francke, asegurando que no crearía o aumentaría impuestos, parece que se viene un garrotazo a la economía de todos los peruanos.

El gobierno quiere que las personas, no solamente las empresas, tributen más. Afirma que necesita impuestos para “cerrar las brechas sociales” en salud, educación, etc. Y que para ello necesita recaudar 12 mil millones de soles. Primera pregunta que debemos hacernos: ¿es que el Estado peruano no recauda lo suficiente? La respuesta es NO. De lo contrario, no tendríamos a gobiernos regionales y municipalidades devolviendo el dinero que el gobierno central les transfiere para cerrar precisamente esas brechas que ahora el Ejecutivo dice querer cerrar con este paquetazo de impuestos.

Los peruanos contribuimos con los impuestos que pagamos. Eso nos convierte en accionistas del Estado. Y como cualquier accionista, tenemos derecho a exigirle al Gerente, es decir, al presidente y sus ministros, cómo están gastando el dinero de nuestros impuestos, HOY. Y, así como cuando se contrata a un nuevo Gerente, éste debe demostrar primero que puede administrar bien los fondos de la empresa y que puede dirigirla de manera eficiente, antes de darle más recursos para gastar; de la misma forma, el actual gobierno debe evidenciar capacidades técnicas y políticas para invertir bien el dinero que viene administrando desde el 29 de julio. La pregunta es: ¿ha demostrado contar con esas capacidades? La respuesta es NO.

Para muestra un botón: en este preciso instante hay, según Contraloría, 2445 obras paralizadas por más de 18 mil millones de soles. ¿Qué ha hecho el gobierno para destrabar estas obras? NADA. Y en cuanto a capacidad de ejecución de obras, ¿cómo pedirle más impuestos a la ciudadanía, si anualmente se dejan de ejecutar 17 mil millones de soles en promedio?

Eso, sin mencionar la corrupción en sí misma que, a decir de la Contraloría, se estima en un 16% de lo que el Estado gasta en inversión pública y que, en el 2020, ascendió a más de 22 mil millones. ¿Ya hemos escuchado algo de este gobierno en el sentido de reducir el impacto de la corrupción? Nada concreto.

Lo que debería hacer el Ejecutivo, en vez de agobiar con impuestos a la ciudadanía, es dotar al Estado de funcionarios capaces, de procedimientos ágiles, de controles concurrentes, para que esas obras públicas se destraben, esos funcionarios tomen decisiones adecuadas y oportunas. En suma, esas brechas sociales se empiecen a cerrar.

Que no te cuenten cuentos ni medias verdades. Exige primero mejores servicios del Estado. Luego, podremos hablar de más impuestos.

(*) Abogada. Mg. en Gestión Pública. Directora de Asociación de Contribuyentes del Perú

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